Este es un poema de secundario que hallé en el Colegio Deán Funes, aquél que fuera Nacional alguna vez, en nuestra amada Cordobita. Quizá el poema tenga ese dejo adolescente que le carga el dramatismo a palabras que ya son pesadas de por sí, vaya hacia lugares comunes muy naif, navga en versos que no dicen mucho, etc., pero la pintada tiene algo que no tiene ninguna de las que yo he visto antes: se ha cargado a cuatro paredes (y seguramente, por lo menos dos o tres aerosoles). Aunque sea cierto que hoy necesitamos buenos poetas, también es cierto que necesitamos de gente que se anime a decir. Esta necesidad de decir y de decirlo en las paredes, es lo que hoy celebramos en esta entrada.
"...Te regalé mi primavera
y todos mis días menos el domingo
mis rayos de valores
un corazón a lo desnudo
si tan sólo hablaras
si tan sólo llamaras
ahora que estás en mis sueños..."
"...Como tinta imborrable
me tosté en tus mejillas
como en el sol de la tarde
se desgrana mi alma
y no vivo un segundo
sin sentir que por ti muero..."
"...Me quedé en tus pupilas
ya no cierro los ojos
me tiré a lo más profundo
me ahogué en los mares de tu partida
sabés que siempre fue así."
DE NADIE PARA ALGUIEN
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